Reflexiones

El Samurai y la deuda

septiembre 8, 2022

El Samurai y la deuda

Durante la ocupaci贸n de Okinawa, un Samurai que le hab铆a prestado dinero a un pescador, hizo un viaje para cobrarlo a la provincia Itoman, donde viv铆a el pescador.

No si茅ndole posible pagar, el pobre pescador huy贸 y trat贸 de esconderse del Samurai, que era famoso por su mal genio.

El Samurai fue a su hogar y al no encontrarlo ah铆, lo busc贸 por todo el pueblo.

A medida que se daba cuenta de que se estaba escondiendo se iba enfureciendo.

Finalmente, al atardecer, lo encontr贸 bajo un barranco que lo proteg铆a de la vista. En su enojo, desenvain贸 su espada y le grit贸: 驴”Qu茅 tienes para decirme”?.

El pescador replic贸, “Antes de que me mate, me gustar铆a decir algo. Humildemente le pido esa posibilidad.” El Samurai dijo, “Ingrato! Te presto dinero cuando lo necesitas y te doy un a帽o para pagarme y me retribuyes de esta manera. Habla antes de que cambie de parecer.”

“Lo siento”, dijo el pescador. ” Lo que quer铆a decir era esto: Acabo de comenzar el aprendizaje del arte de la mano vac铆a y la primera cosa que he aprendido es el precepto: 鈥淪i alzas tu mano, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza, restringe tu mano.”

El Samurai qued贸 anonadado al escuchar esto de los labios de un simple pescador. Envain贸 su espada y dijo:

“Bueno, tienes raz贸n. Pero acu茅rdate de esto, volver茅 en un a帽o a partir de hoy, y ser谩 mejor que tengas el dinero.” Y se fue.

Hab铆a anochecido cuando el Samurai lleg贸 a su casa y, como era costumbre, estaba a punto de anunciar su regreso, cuando se vio sorprendido por un haz de luz que proven铆a de su habitaci贸n, a trav茅s de la puerta entreabierta.

Agudiz贸 su vista y pudo ver a su esposa tendida durmiendo y el contorno impreciso de alguien que dorm铆a a su lado. Muy sorprendido y explotando de ira se dio cuenta de que era un samurai!

Sac贸 su espada y sigilosamente se acerc贸 a la puerta de la habitaci贸n.

Levant贸 su espada prepar谩ndose para atacar a trav茅s de la puerta, cuando se acord贸 de las palabras del pescador: “Si tu mano se alza, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza restringe tu mano.”

Volvi贸 a la entrada y dijo en voz alta. “He vuelto”. Su esposa se levant贸, abriendo la puerta sali贸 junto con la madre del Samurai para saludarlo.

La madre vestida con ropas de 茅l. Se hab铆a puesto ropas de Samurai para ahuyentar intrusos durante su ausencia.

El a帽o pas贸 r谩pidamente y el d铆a del cobro lleg贸. El Samurai hizo nuevamente el largo viaje. El pescador lo estaba esperando.

Apenas vio al Samurai, este sali贸 corriendo y le dijo: “He tenido un buen a帽o. Aqu铆 est谩 lo que le debo y adem谩s los intereses. No s茅 c贸mo darle las gracias!”

El Samurai puso su mano sobre el hombro del pescador y dijo: “Qu茅date con tu dinero. No me debes nada. Soy yo el endeudado.”

Autor: Richard Kim

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