La visita inesperada
Exist铆a en un peque帽o pueblo un zapatero muy humilde y trabajador.
Era tambi茅n un hombre muy religioso.
Antes de acostarse, al finalizar la jornada, hac铆a sus plegarias.
En una de las noches, mientras oraba, escuch贸 una voz que le dijo:
“Has sido grato a los ojos de Dios.
Por eso, ma帽ana, 茅l mismo vendr谩 a tu casa a visitarte”
El zapatero no pudo dormir de la emoci贸n.
Se levant贸 temprano, barri贸 toda la casa.
Sab铆a que contaba con poco tiempo para adecentar el lugar.
En eso, pas贸 por all铆 un ni帽o con los zapatos rotos y heridas en los pies.
Le pidi贸 al zapatero que le arreglara las suelas.
A pesar de contar con tan poco tiempo para arreglar su casa, no pudo negarse ante las l谩grimas del ni帽o y le arreglo los zapatos.
Continu贸 su faena y cuando ten铆a casi todo listo lleg贸 una viuda que hab铆a quedado muy sola y estaba deprimida.
Necesitaba desahogarse y le pidi贸 al zapatero que la escuchara.
Pens贸 para sus adentros: “Todav铆a me falta montar la olla para la comida de la visita”.
Sin embargo, no pudo resistirse a las l谩grimas de la viuda y prefiri贸 escucharla.
La se帽ora se fue contenta.
Estaba atardeciendo y el zapatero se puso a cocinar los alimentos. En eso lleg贸 un borracho con el est贸mago vac铆o y ardiente por el alcohol. Ped铆a un poco de comida.
El zapatero pens贸:聽 “Y si viene Dios y me ve con este tipo de gente,
驴Qu茅 va a pensar?
Adem谩s, si le doy comida, 驴alcanzar谩?”
Pero al final pudo m谩s la compasi贸n y el borracho comi贸 y convers贸 con el zapatero.
Ya era de noche y el borracho se fue de la casa.
Las 煤ltimas horas fueron eternas.
Esperaba y esperaba, pero la ansiada visita no llegaba.
Ya muy tarde, se puso a rezar y le dijo a Dios:
“Se帽or, te he esperado durante todo el d铆a. 驴Ser谩 que te decepcion茅? 驴Por qu茅 no has venido?”
Y en su coraz贸n escuch贸 una voz que le dec铆a:
“Claro que te visit茅: en el ni帽o con los pies rotos, en la viuda deprimida, en el borracho con hambre,…
Y todo lo que has hecho por ellos, a m铆 me lo has hecho.
Gracias por recibirme tan bien”.
Ese d铆a el zapatero durmi贸 feliz y en paz.
